
RADIO EL MUNDO DEPORTES: Tenía 83 años. Estaba internado en el Instituto Modelo de Cardiología en Córdoba.

RADIO EL MUNDO DEPORTES: El ex futbolista Daniel Willington, ídolo de Talleres y de Vélez, falleció este lunes a la tarde, a los 83 años.
“El Daniel” había sido internado en el Instituto Modelo de Cardiología en Córdoba. Fue tan importante para la historia albiazul y del fútbol cordobés que la popular norte del Estadio Kempes lleva su nombre, y su figura se consolidó como un emblema del deporte argentino.

Ídolo de la “T”
Daniel Willington debutó en Talleres a los 16 años. Estuvo en el club en dos etapas: la primera fue desde 1959 hasta 1961. La segunda, desde 1974 hasta 1976. En total, disputó 168 partidos y anotó 66 goles.
Antes de ese debut, era la mascota y alcanzapelotas de los partidos en los que actuaba su padre, Atilio, volante central con clase, jugador de la “T” entre 1947 y 1954.

Llegó a Córdoba desde Santa Fe a los 4 años por necesidad curativa de toda la familia porque los cuatro hermanos eran asmáticos y les recomendaron que vinieran a Córdoba por el aire puro que había en ese tiempo.
El romance eterno con la hinchada de Talleres se consolidó en una final contra Belgrano, con un gol que millones de hinchas de Talleres juran haberlo visto en la cancha.
El 21 de agosto de 1974 Daniel Willington marcó uno de los goles más recordados en la historia de la institución. Por la segunda final del Oficial de Liga Cordobesa, “el Daniel” abrió el camino hacia el título con un golazo de tiro libre que en 2013 pasó a ser el gol del centenario de Talleres y quedó para siempre en la retina de los hinchas.

Una carrera brillante
“El Daniel” también jugó en Veracruz de México, un año en Huracán (fue muy amigo de Ringo Bonavena, fanático del Globito) y en el Nacional ’73 en Instituto junto a Osvaldo Ardiles y Mario Kempes.
Formó parte de la selección argentina, aunque con la albiceleste no rindió como quería.
Como DT de Talleres, junto a José Trignani, lo ascendieron a primera en 1994.
Roberto Fontanarrosa lo bautizó como “El Exorcista”.
Pelé dijo, después de enfrentarlo, que El Daniel era el mejor jugador del mundo.
El gran periodista Nilo Neder lo rebautizó en un poema como “El Daniel de los estadios”.

