RADIO EL MUNDO DEPORTES: El conjunto italiano llegó a la quiebra por negarse a pagar los salarios y las contribuciones necesarias para inscribir al club en la próxima temporada de Serie C.
RADIO EL MUNDO DEPORTES: La noticia sacudió al fútbol italiano. En el día de la fecha, se confirmó que el Brescia Calcio desapareció. Fundado en 1911, el club que representó durante décadas a la ciudad lombarda no pudo sostenerse tras el descenso a la Serie C. Ni el escudo ni la historia alcanzaron para salvarlo del abismo.
Massimo Cellino, su polémico presidente, fue incapaz de responder a tiempo a las obligaciones económicas: debía saldar cerca de ocho millones de euros entre impuestos, sueldos y deudas generales. El plazo venció, y con él, se esfumó la institución.
El Brescia, que supo ver pasar a leyendas como Roberto Baggio, Andrea Pirlo, Pep Guardiola o Matías Almeyda, cayó sin reacción. Cellino, desde Londres (donde se autoexilió por las críticas), se desentendió del día a día y terminó liquidando todo.
En las últimas semanas, hubo intentos de rescate: se habló de vender el club o encontrar socios estadounidenses dispuestos a invertir. Pero ninguno de los caminos prosperó. Así, empleados, futbolistas y asesores fueron desvinculados sin red de contención.
Con 23 temporadas en Serie A —la última en 2019-20— y una época dorada a inicios de los 2000, Brescia fue símbolo de una Italia futbolera profunda. Aquella que vio al Divino Baggio cerrar su carrera entre montañas, pasión y camisetas celestes.
El caso se suma a una lista negra del calcio moderno: Napoli y Fiorentina ya resurgieron, pero clubes como Chievo, Catania o Palermo conocen bien este calvario.